Sentir es el verbo de mi realidad, el título de mi libro, el remite en mis postales. Fluir es mi estilo de vida, mi trabajo constante, mi mapa de carretera... Aprendí a respirar durante el viaje, a descansar cuando la adversidad te roza los hombros, a cerrar los ojos para pensar en mi. Aprendí a pensar en mi. Diferenciando cuando hablaba yo y cuando mi ego imponía su discurso.
Ahora es algo más que cinco letras. Ahora eres tu y tu realidad. Ahora son los besos que diste, las lágrimas que derramaste, las risas que terminan en dolor de estómago, las cañas en verano, el vino en invierno, el azul del mar, tus miedos, tus sueños, tu vida.
Por eso me doy el permiso de sentir cada emoción. Las palabras no siempre son necesarias, hay silencios que rompen las barreras del sonido. Me fui pa´volver de nuevo, como Bebe. Para regalarme todo el tiempo que me robé durante tantos años. Vuelvo con la sonrisa de siempre pero con la vida en la mirada.
Ahora; frente a la isla de Tabarca.