A veces duele más pedir un abrazo que soltar una lágrima.
A veces duele más un "te quiero" que el propio silencio.
A veces las palabras escuecen y los gestos son suicidas.
A veces se me derriten las letras que escribo en la arena.
A veces duele más un "te quiero" que el propio silencio.
A veces las palabras escuecen y los gestos son suicidas.
A veces se me derriten las letras que escribo en la arena.
Escuchando "Dos gotas" (Pereza)